La predicación del Crisóstomo sobre las cartas de Pablo a Timoteo y Tito manifiesta con toda claridad el objetivo de que el pueblo cristiano vaya siguiendo con él, de forma ordenada, el hilo y la estructura de la argumentación que el Apóstol de los gentiles emplea en cada carta, a la vez que explica las recomendaciones paulinas, que sirven para los cristianos de todos los tiempos.

Las tres homilías que componen el comentario a Filemón recuerdan que esta carta no es de segundo nivel en el pensamiento paulino y que forma parte, como el resto de las cartas, del corpus epistolar del Apóstol de los gentiles.

Es la primera vez que se presenta una traducción completa de estas homilías en lengua castellana.