El presente trabajo analiza un personaje tan polifacético e innovador como Pedro Mártir de Anglería, fi gura central y paradigmática de la intensidad y relevancia que tuvieron las relaciones culturales entre el mundo hispánico y el italiano en los albores de la Edad Moderna. Anglería fue un humanista que se formó en el ámbito lombardo, vivió intensamente unos años en la Curia Romana y en 1487 se trasladó a la corte de los Reyes Católicos; a partir de ese momento vivió y contó, a través de sus cartas y escritos, los acontecimientos más significativos de la Monarquía hasta 1526, año de su muerte. Este libro reflexiona acerca de aspectos poco estudiados de su existencia, y abordar su trayectoria, desde su periplo formativo y cultural en la península itálica hasta sus contactos y referentes en la ibérica, permite detectar la intensidad y relevancia del juego político y cultural llevado a cabo por la Monarquía Hispánica. La contribución de Álvaro Fernández de Córdova Miralles define la etapa romana de Anglería e ilumina uno de los periodos más desconocidos e interesantes de la vida de este humanista. El ensayo de Teresa Jiménez Calvente analiza su legado cultural en España por medio de su estrecha relación y amistad con Antonio de Nebrija. El estudio de Isabella Iannuzzi esboza los rasgos principales de su periplo vital, un fundamental intermediario entre dos mundos, el italiano y el español, que supo entender los rasgos novedosos de Isabel y Fernando en todos los ámbitos. El trabajo de Michele Rabà se ocupa de la dimensión lombarda de Anglería. Y, finalmente, Diego Pacheco Landero muestra cómo supo representar y ser la memoria histórica de la Monarquía Hispánica dejándonos uno de los más destacados testimonios de la dificultad de Carlos V para entender y gobernar la península ibérica.