«Vuelvo a casa». «Feliz cumpleaños». «Te mando un beso». «Estoy bien». «El Departamento de Guerra lamenta informarle de que su hijo ha muerto». Homer Macauley es el encargado de entregar estos y otros muchos telegramas a los habitantes de Ithaca, al oeste de California. Estos mensajes que viajan kilómetros y continentes, encierran en breves palabras el destino de su comunidad, atrapando al joven entre la realidad y la ilusión, enfrentándose cara a cara con la emoción humana más pura. Conmovedora y profundamente autobiográfica, esta cautivadora novela nos muestra al niño que se convierte en hombre en un mundo que, incluso en medio de la guerra, parece más dulce, más seguro y más habitable que el nuestro.