La filosofía reflexiona para descubrir la profundidad oculta en lo anecdótico y aparentemente trivial; por eso la vida cotidiana es un objeto propio del interés filosófico.
La filosofía se ocupa del estudio de lo que todo el mundo da por sabido; pone el esfuerzo de reflexión para descubrir la profundidad oculta en lo anecdótico y en lo aparentemente trivial. Por eso la vida cotidiana es un objeto propio del interés filosófico. En este libro, Rafael Alvira analiza algunas
figuras de ese vivir: el arte de invitar; la felicidad y el sufrimiento; habitar, trabajar y vivir... Ahonda así de modo sencillo en cuestiones complejas, invitando a descubrir los contrastes de lo corriente.