Las historias bíblicas deben ser contadas muchas veces, por diferentes voces a oídos distintos.
Sólo en el entretejido de narraciones que recogen un detalle u otro se advierten personajes y acontecimientos que al oírlos por primera vez habían pasado desapercibidos.
La autora, nos relata alguna de ellas para que permanezcan vivas en la cultura y la fe.