Vuelve Alison Bechdel con una novela gráfica coral en la que el capitalismo tardío, el poliamor, el cambio climático y la mismísima cotidianidad son también protagonistas
«Drástica, sarcástica y fantástica».
LA Times
Un libro ocurrente y político que cuestiona la realidad mundial y la incertidumbre del mañana
Los días de cierta historietista llamada Alison Bechdel transcurren, no tan plácidamente, en la finca rural de Vermont donde vive junto a su pareja, Holly, a cargo de una granja de cabras pigmeas. Frustrada por un mundo que parece distópico, al borde de entrar en guerra y en el que el cambio climático amenaza con mandarnos al garete, Alison quiere hacer un libro descarnado y honesto que le proporcione a la humanidad las armas para exterminar, de una vez por todas, la avaricia y los privilegios. Quiere acabar con el Capital y abrazar una nueva era con una vida más ética.
Sin embargo, su necesidad de obtener ingresos, sus propias contradicciones, y también las de la nutrida comunidad de amistades que la rodean -reconoceremos, décadas después, a varios personajes de Unas lesbianas de cuidado- le plantearán más de un desafío en su misión. Por no hablar del eclipsante éxito de los vídeos virales que realiza Holly sobre la vida en el campo, o de la llegada a la granja de una veterinaria buenorra, o de la incómoda relación que tiene Alison con su hermana, furibunda enemiga de todo lo que suene a woke, o de las jaquecas que le provoca la adaptación televisiva de su libro más exitoso, en la que el respeto por la obra original brilla por su ausencia.
¿Logrará salvar el mundo? ¿Conseguirá salvar quizá su comunidad? ¿Salvará al menos su relación de pareja? Lo que es seguro es que, como asegura el New York Times Book Review, «nadie lo hace mejor» que la Alison Bechdel real.
La crítica ha dicho:
«Su tono cercano, de pincel cálido, deslumbra cuando su autora profundiza en las relaciones de sus personajes. Se nota que se siente cómoda ahí. Al igual que Bedchel, será que abracemos nuestras propias paradojas y nos riamos de ellas».
Carla Berrocal, Público
«Bechdel vuelve a sus personajes de siempre para recuperar esa mirada combativa [y] se permite disparar sin miramientos a un mundo que la consume desde el desencanto. […] Una ácida crítica a sí misma y la pérdida de coherencia ideológica con la edad».
Noelia Ibarra y Álvaro Pons, Babelia
«Una comedia de situación divertidísima y absolutamente deliciosa, en la que Bechdel se ríe de todo y de todos, empezando por ella misma. […] Un trozo de vida tan real como apasionante y, sobre todo, divertida».
Jesús Jiménez, RTVE
«Bechdel aún no ha perdido su afán combativo, pero parece ahora tomárselo de otro modo más desenfadado y flemático [...]. Tal vez al final el humor es la única manera de entender un mundo demasiado ruidoso y caótico para ser comprendido de otro modo».
Alain Villacorta, Es la hora de las tortas
«Ágil, vivaz y corrosivamente ácida [...]. Sus trazos se perfilan hasta definir un perfecto mosaico que te transporta hasta la casa de Bechdel».
Inés Martín Rodrigo, ABC
«Una divertida reflexión [...], además de un brillante retrato sobre lo que significaba estar vivo».
Iker Seisdedos, El País
«Una obra cómica de autoficción, muy coral, y en la que nos ofrece una serie de divertidas reflexiones sobre el capitalismo, el cambio climático y las contradicciones de la sociedad actual».
Jon Spinaro, Diario de Navarra