Los mártires de Montserrat son ejemplo de tantos hombres y mujeres que, durante el siglo XX, vivieron en todo el mundo la radicalidad de la fe hasta dar la propia sangre. Por eso, si rascamos la corteza de la realidad martirial de este siglo, encontraremos en su interior un fundamento: la base necesaria para optar por Dios. Hace casi un siglo que, entre miles de cristianos, veinte monjes de Montserrat lo vivieron a fondo.