Siguiendo el camino teresiano La verdad, en mayúscula, es Dios. Además, tiene un nombre que es Jesús. Así lo dijo ante las turbas: Yo soy el camino, la verdad y la vida. El lector encontrará en estas páginas la Verdad -en mayúscula- plasmada en una vida de tal insignificancia que pasó inadvertida, y de tal divina plenitud que es capaz de dar válida respuesta a todo ser humano de buena voluntad. La santa de Lisieux se ofrece a ayudarnos por la prueba contundente de su vida íntegramente dedicada a la Verdad, por sus obras casi sin palabras, tal como viven los niños. ¿Querremos abrir los ojos y aceptar que una santa, que siempre fue niña, nos ayude ante una decisión ineludible: la eternidad con Dios o la eternidad sin Dios? Àngel de les Gavarres és el seudónimo que protege a un monje ermitaño. Santa Teresa de Lisieux ha acompañado su búsqueda espiritual a lo largo de más de sesenta y cinco años de vida en el claustro.