Hay muchas maneras de abandonar un país ya esquilmado, unas más honrosas que otras. Hay también muchas maneras de contarlo, pero la de Éric Vuillard es única.
Hay muchas maneras de abandonar un país ya esquilmado, unas más honrosas que otras. Hay también muchas maneras de contarlo, pero la de Éric Vuillard es única.